domingo, 29 de noviembre de 2009

Hadita de colores, de mi corazón..




La dulzura de tu mirada, la elocuencia de tu integridad, la bondad de tu gesto, la ingenuidad de tu risa, la tímida y honesta ternura de tus besos, la modestia con la que tu ser despliega uno de tus mayores talento: la profunda elegancia de tu inteligencia, han hecho que mi espíritu, en un gélido capullo, respire la brisa de la bondad del ser humano, en vez del acostumbrado gris de mi capullo, entonces despierte la luz  de mi corazón , que recuerde la extensión del bosque ,las flores amarillas, la dulce paciencia de los lirios, su cristalino reflejo en el  agua, las exóticas libélulas que  revoletean, esmeraldas encendidas, haditas de colores suspendidas en la inocente bondad de la belleza; algo que había olvidado:
La vida .

martes, 2 de junio de 2009

Tu alma infinita...mi hijo precioso..



Una brillante chispa de luz, diminuta como una semilla, viajaba en el universo; en un mar de amor, donde viajan las almas bonitas, las almas sabias, las almas infinitas, y por tanto, rebosando en amor, en  una luz plateada e infinita, que te acompañará toda tu vida, iba tu alma, hijo precioso.

Llegó del infinito enorme, azul marino, como la noche, lleno de paz, de sabiduría, a iluminar mi corazón y el de los demás que te conocimos.

Mi corazón no sabía la intensidad, pureza y dulzura, de tu luz, pero cuando naciste…
tu muy especial gesto, la maravilla de tu paz al dormir, tus ojos enormes y sabios como el infinito, nos regalaron, desde entonces, tu maravillosa personalidad, así como la magia que despierta tu bellísima alma.

Esa chispita, que empezó en una diminuta luz, se convirtió en un suspiro de aliento, paz, que llenó el alma de mucha gente que te rodea, y a la que haces muy feliz.. con el hecho de ser tú mismo… de tu alma, de tu ser, de tus ojos que miran directa y profundamente a los demás, con curiosidad, paz y deseos de saber como son las personas, como un gesto de respeto a la humanidad, tal y como eres… Eres, y siempre serás, lo máximo para mí, mi hijo Bruno.

domingo, 29 de marzo de 2009

LA NIÑA DEL MAR




Dulce niña.....
éres el espectáculo de mi vida..

Un día te descubrí sonriéndome,
mientras la brisa del mar jugaba
con tus cabellos en tu rostro bonito.

Esa vez, me robé tu sonrisa y la guardé
en mi corazón; de ahí nunca salió,
se quedó conmigo para siempre.

Sensual y tierna como una sirena,
es la niña de mi sonrisa,
es la niña con vestido azul turquesa,
en la más armoniosa comparsa con su piel:
bronceada y morena.

Eres el cuadro más exótico y bello,
porque el azul turquesa es tuyo,
porque tuyo es el mar...
La niña que me enseñó todo lo mujer que era,
sin dejar de ser la niña del mar...

La niña que tomó mi mano, la puso
sobre su piel, y me hizo testigo de como vibraba,
que tomó mi mano y la puso en su corazón,
con la ternura sensual del mar...
Siempre generosa conmigo, siempre bonita,
me tomó hacia su cuerpo exquisito.

Dejó que mis manos rodearan su cadera,

y así;  se obsequió a mi...
Siempre bella, siempre hacia mi, siempre mía...
La niña que se volvió mujer para mi,
y que se fue del mar para estar conmigo...

La niña bella que se robó mis ojos,
porque nunca más volví a ver algo tan bello.
Porque no hay nada más hermoso
que tú, niña del mar...

Mi niña yo te devolveré al mar y me iré contigo
y al mismo tiempo a las estrellas, pues cada
vez que tome tu alma y tu cuerpo, la luz de
las estrellas me llenarán de paz.....

Te seguiré hasta el fondo del mar turquesa,
donde las estrellas de mar son esmeraldas, rubíes y
flores de colores y haré de ellas mi jardín;
para vivir siempre en la casa, de mi niña del mar...



Derechos Reservados Armando Díaz Dávila